Pediría medio pan y un libro

                                                Foto: Darredor
 
Todas as mañas tópome coa mesma persoa sentada no mesmo sitio acompañada polo seu can, un café na man esquerda e un libro na dereita. Frente deles unha gorra chea de moedas, unha peza de roupa, outro libro e a prensa gratuíta do día.Tres días o mesmo libro, porén ao cuarto cambia.
Ante esta imaxe, non podo resistirme a compartir este fragmento do discurso escrito por Federico García Lorca, para inauguración dunha Biblioteca en Fuente Vaqueros (Granada):

                "No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?.
(...) el escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. 
 Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal


"(…) El lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".



 Federico García Lorca (Granada, 1931)

Editorial Kalandraka

1 comentario:

çç dijo...

Además de un excelente artista, un gran defensor del pueblo.